Artículo publicado por Anna Escofet, profesora de la Facultad de Educación de la Universidad de Barcelona, en el Diari de l’Educació. Accede al artículo original (en catalán) aquí.

La ciudadanía digital engloba el conjunto de derechos, responsabilidades y comportamientos que tenemos en el entorno digital. Implica tanto el uso ético y responsable de la tecnología como la participación activa en la sociedad digital. Esta competencia compleja no se adquiere automáticamente. ¿Cómo podemos educar a una ciudadanía digital?

La integración de las tecnologías digitales en todos los ámbitos de la vida humana se ha abordado ampliamente, pero uno de los aspectos menos explorados se relaciona con las repercusiones y consecuencias en la participación ciudadana. Las tecnologías digitales facilitan el acceso a una cantidad prácticamente ilimitada de información, canales de comunicación rápidos y, como resultado, espacios activos de movilización en relación con los procesos de toma de decisiones. Así surge el concepto de ciudadanía digital, que engloba el conjunto de derechos, responsabilidades y comportamientos que los individuos tienen en el entorno digital. Esto implica tanto el uso ético y responsable de la tecnología como la participación activa en la sociedad digital. Pero esto no se produce de forma automática. De la misma forma que aprendemos a ser ciudadanos en el mundo real, es absolutamente imprescindible aprender a ser ciudadanos en el mundo digital, desarrollando las habilidades necesarias para una vida digital segura, ética, responsable y comprometida.

¿Cómo hacerlo? ¿Cómo educar para una ciudadanía digital?

Mucho se ha escrito sobre la alfabetización digital, pero las dudas actuales sobre la relación que los niños, niñas y adolescentes deben tener con las tecnologías digitales (las mal llamadas pantallas en una mirada reduccionista) hacen necesario recordar algunas ideas básicas.

En primer lugar, no es posible pensar que se puedan cerrar sus puertas a una sociedad mediada por tecnologías digitales. Prohibir algo genera un mayor interés hacia lo prohibido, por tanto, es conveniente educar a niños, niñas y adolescentes (y también a las personas adultas) en el buen uso de las tecnologías digitales. La alfabetización digital es fundamental para desarrollar las habilidades necesarias para utilizar la tecnología de forma efectiva y segura. Esto incluye los siguientes aspectos:

  • Habilidades técnicas: Comprender cómo utilizar dispositivos digitales, tales como ordenadores, teléfonos inteligentes, tabletas, así como software y aplicaciones específicas.
  • Seguridad digital: Conocer y aplicar prácticas de seguridad online para proteger la privacidad personal, evitar el robo de identidad, protegerse contra el malware y los virus informáticos, y comprender los riesgos asociados con el phishing y otros ataques cibernéticos.
  • Evaluación de la información: Desarrollar habilidades críticas para evaluar la calidad y veracidad de la información encontrada online, siendo capaces de identificar fuentes confiables, reconocer la desinformación y discernir entre hechos y opiniones.
  • Comunicación digital: Aprender a comunicarse eficazmente a través de plataformas digitales como redes sociales, correo electrónico, mensajería instantánea y videoconferencia. Se necesita conocer la etiqueta online y comprender las implicaciones de la comunicación digital en la reputación personal y profesional.
  • Creación de contenido digital: Adquirir habilidades para crear contenido digital en diversas formas como texto, imágenes, audio y vídeo, así como comprender los derechos de autor y la propiedad intelectual.
  • Gestión de la información: Desarrollar habilidades para buscar, organizar, analizar y sintetizar información digital de forma eficiente y efectiva.
  • Colaboración online: Aprender a trabajar de manera colaborativa y productiva con otros a través de herramientas y plataformas online. Sugerimos incorporar la educación para la ciudadanía digital en el currículum escolar desde una edad temprana y hacerlo de forma interdisciplinaria.

Sugerimos incorporar la educación para la ciudadanía digital en el currículum escolar desde una edad temprana y hacerlo de forma interdisciplinaria.

En segundo lugar, la ciudadanía digital también implica una profunda comprensión de los impactos sociales, políticos y económicos de la tecnología en la sociedad. Por tanto, es necesario plantear el desarrollo de procesos educativos para comprender cuestiones como la grieta digital, la discriminación algorítmica y el acceso equitativo a la tecnología. Por tanto, se hace necesario abordar la educación de la conciencia digital y ética, desarrollando una comprensión de los aspectos éticos y sociales relacionados con el uso de la tecnología digital, incluyendo la comprensión de la privacidad, la seguridad, el ciberacoso, la discriminación online y otros problemas asociados con la era digital.

Sugerimos incorporar la educación para la ciudadanía digital en el currículum escolar desde una edad temprana y hacerlo de forma interdisciplinaria, involucrando a diversas áreas de estudio como ciencias sociales, ética, informática, comunicación y educación cívica. Además, la aproximación no debe ser teórica, sino que debe estar basada en el aprendizaje práctico y experiencial, de modo que el alumnado pueda aplicar sus conocimientos y habilidades en situaciones reales (on-line o presenciales), proyectos colaborativos y estudios de casos de problemas éticos relacionados con la tecnología.

Por último, recuperamos la idea con la que abríamos este escrito. En la era digital en la que vivimos, ser ciudadano digital se ha vuelto cada vez más importante y, en muchos aspectos, es completamente esencial para participar plenamente en la sociedad contemporánea. Sin miedos ni ingenuidades. Está en nuestras manos educar en el acceso a la información, la comunicación, la colaboración y la participación cívica. Como educadores, nuestra meta debe ser la facilitación y el apoyo para que las personas puedan encontrar y manifestar su voz pública en la sociedad digital, una sociedad donde las fronteras entre lo que está o no está en línea son cada vez más difusas . Una sociedad que debe velar por defender y mantener los valores democráticos y por eso es necesario que la ciudadanía más joven pueda explorar, experimentar y expandir la democracia, también en el mundo digital.